Hepatitis B / H. Bravo Varela
De Hernán Bravo Varela
—Los ojos de quien esto,
como lobos.
Allá abajo, mis padres
con su brindis la víspera
del año nuevo,
pidiendo por el alta
de su hijo.
Las uvas, a las doce.
Y el 13, yo,
que fui solar, pericia
en ictericia.
—Lo que siguió después
cayó en reposo,
a la altura
del hígado paciente,
hospitalario.
—Te quiero con el
hígado,
mentaban ficus, gansos,
faraones,
la orina oscureciéndose
y el pobre de Roberto,
el detective
que no encontró
sino a su amor hepático,
imposible.
—“Jamás una desgracia
fue tan luminosa
o amarilla
como la cara
que le vieron
al asomar
algunos girasoles,
las manchas
de un sol que interfería
en sus asuntos
con la Voz,
muy cerca de Damasco,
cuando lo madrugaron,
camino de la carne.”
—San Chárbel, fiel
amigo:
no lo llames;
dado a la trampa,
asiste su caída.
De haber sabido,
nunca hubiese
cruzado la frontera
con su gomorra flor
de contrabando
el mero día
de quedarse estatuas.
“Entonces algo más florecía, aunque no en tierra; / en ti.
Tanta luz amarilla duele ahora. / ¿O no será el recuerdo lo que duele?”
LUIS CERNUDA
De Realidad & Deseo Producciones (2012)
Uno apenas abre el libro y allí está Luis Cernuda: "No hay
amor, sino losas / Tantas veces medidas por el paso / Febril del
prisionero..." Hernán Bravo Varela se sirve de esos versos y los coloca como
preludio de su libro más reciente, Realidad & Deseo Producciones (Bonobos),
cuyo título también refiere al compilado que el sevillano preparó de su obra en
la década de 1930: La realidad y el deseo. El volumen, me cuenta Hernán, se
traduce en una suerte de diálogo pretextado y polifónico con Cernuda a
partir de diversos temas con tratamientos a menudo melodramáticos. El primero
de siete poemas, por ejemplo, habla del desamor visto a la luz de un
padecimiento como el Síndrome de Estocolmo. "El último es una visión
irónica de la militarización de la noche a la mañana durante los últimos seis
años de México", dice Hernán. En este que elijo para el Pájaro habla el
autor desde la enfermedad ya ida: “Entonces algo más florecía, aunque no en
tierra; en ti”.
/ La foto pertenece al autor, tomada de su FB.
Hernán Bravo Varela (Ciudad de México, 1979)