Amores imposibles (fragmentos) / D. Jaramillo Agudelo
De Darío Jaramillo Agudelo
1
Entre el amor imposible y la presencia de la muerte
transcurre el día.
¿Se detiene el corazón o explota?
El olor de la clínica me trae las preguntas:
¿Me licuaré por dentro? ¿Me aferraré a la vida
o dejaré sereno que el fin llegue?
El amor absoluto es el amor imposible,
este feliz amor en que te invoco obsesivo
y tú ni me recuerdas.
Este amor imposible es la manera como la muerte
se apodera de mí por la mañana.
2
Un amor imposible es el más feliz de los amores.
O puede serlo.
Basta que nunca creas que es posible un amor imposible
y esto hará la felicidad del amor imposible.
Puede que seas el amor imposible de tu amor imposible.
Pero esto es un milagro.
4
La música sostiene a los amores imposibles,
los alimenta con la presencia etérea de una canción,
una canción que es la nuestra aunque sólo la oiga uno.
El amor imposible guarda equilibrio perfecto
sobre la cuerda de una guitarra,
se embriaga con la dulce nostalgia de una polonesa,
se estremece con una voz entre gemido y canto.
Entonces el amor imposible se convierte en guitarra, en piano
o es el sonido de una voz.
La música es el tiempo presente de los amores imposibles.
Entre el amor imposible y la presencia de la muerte
transcurre el día.
¿Se detiene el corazón o explota?
El olor de la clínica me trae las preguntas:
¿Me licuaré por dentro? ¿Me aferraré a la vida
o dejaré sereno que el fin llegue?
El amor absoluto es el amor imposible,
este feliz amor en que te invoco obsesivo
y tú ni me recuerdas.
Este amor imposible es la manera como la muerte
se apodera de mí por la mañana.
2
Un amor imposible es el más feliz de los amores.
O puede serlo.
Basta que nunca creas que es posible un amor imposible
y esto hará la felicidad del amor imposible.
Puede que seas el amor imposible de tu amor imposible.
Pero esto es un milagro.
4
La música sostiene a los amores imposibles,
los alimenta con la presencia etérea de una canción,
una canción que es la nuestra aunque sólo la oiga uno.
El amor imposible guarda equilibrio perfecto
sobre la cuerda de una guitarra,
se embriaga con la dulce nostalgia de una polonesa,
se estremece con una voz entre gemido y canto.
Entonces el amor imposible se convierte en guitarra, en piano
o es el sonido de una voz.
La música es el tiempo presente de los amores imposibles.
De Cantar por cantar (2001)
Dice Sergio Pitol que la palabra amor, a secas, ha perdido desde hace tiempo todo prestigio. Y yo digo que si la juntamos con la palabra imposible el asunto del prestigio perdido se queda corto y nos vendría al estómago algo así como una piedra. Lo bueno es que hay jaramillos agudelos, pues, y juzgue usted. Un saludo para el buen Darío. / La foto pertenece al FCE, que posee un compendio (aunque no reciente) de su obra.
Darío Jaramillo Agudelo (Santa Rosa de Osos, Colombia, 1947)
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