viernes, septiembre 21, 2007

Texto Lunático No. 1 / R. Ramos

De Roberto Ramos, El Tigre Famélico
El otro día tuve la oportunidad de apreciar la destreza de una niña oriental cuando ofreció un concierto de violín. Después de sobreponerme al encantamiento que su arte produce, logré descubrir, no sin sobresalto, que la música estaba brotando directamente de su corazón a través de sus ojos y que incluso, si así lo deseaba, era capaz de prescindir del instrumento, pero que no lo hacía para no escandalizar a su auditorio.
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Más importante que el fuego fue el descubrimiento de la palabra, me dice El Tigre. La primera articulación, asegura, tuvo el poder de enderezar la columna vertebral del ser humano. "Habría que recurrir a los científicos para apoyar esta tesis, pero estoy seguro que fue en ese momento cuando el hombre abandona su condición cuadrúpeda y se verticaliza". / Foto del compadre JIOrtega. Locación: El Laberinto.
El Tigre Famélico (Ciudad de México, 1964)

3 Comments:

Blogger fgiucich said...

Totalmente cierto, la música fluye del corazón, o del alma, o de los ojos; menos del instrumento. Abrazos.

22 septiembre, 2007 10:35  
Blogger Javier Galarza said...

que bello eso de prescindir del violín y no sabes cuanto tiene que ver con circunstancias que estoy atravesando. llegué a tu blog buscando un poema de montejo que acaban de dejarme. poética desplegada en la trama simbólica del lenguaje o sincronías.

22 septiembre, 2007 11:09  
Blogger Tristán said...

Así es, mi buen DON FER. Así es la bestia de la música, pues.

Hola, JG, pus sí, aquí en el menú nomás tenemos "Áboles", pero es hermoso ése de "Árboles". El jueves me fui de pedo con unos cuates al Río de la Plata (una cantinita en el Centro) y me vino el recuerdo de "Árboles" y lo solté en la mesa, el pedo fue que al final, como Montejo anotarlo, no supe como decirlo. Pinche alcohol, jaja. Pero bueno, ni al casi el comentario. Saludos ;)

29 septiembre, 2007 20:13  

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