Pienso en mi padre / E. Ruvalcaba
De Eusebio Ruvalcaba
Pienso en mi padre. Tuvoun error: yo.
Lo estoy viendo: penetrando
a mi madre, depositando
su leche tibia, viniéndose como
un perro, eyaculando como un borbotón.
De esa noche nací yo. Seguramente
tenía cervezas y tequila bulléndole
en la sangre, su verga enhiesta
y la energía de un león. Seguramente
sus músculos estaban tensos
y exhumaba palabras de amor, provenientes
desde las cavernas más profundas,
y palabras tiernas y le diría a mi madre:
eres una puta, Carmela, eso eres.
Pienso en mi padre.
De El frágil latido del corazón de un hombre (2006)
Expone Ruvalcaba (en El frágil latido del corazón de un hombre) un tratado de anatomía humana y un réquiem por nosotros, por todos aquellos que hemos sido derrotados por alguno de los agentes de la existencia. (Carlos Bortoni E.) - Y es cierto, aquí el autor lo expone bien, lástima de la despiadada versificación.
Eusebio Ruvalcaba (Guadalajara, México, 1951)
9 Comments:
Unos versos contundentes para explicar la equivocación de un padre. Abrazos.
¿tan terrible fue su vida?
Duros versos en verdad
se me llenan los ojos de
lágrimas
de que alguien nos recuerde
sin exagerar las cosas
Uff!!!, mi Buen Tristán duros versos, muy duros...mal recuerdo o ganas de joderse toda la vida... pero así somos, bueno, solo a ratos, jodernos la vida es parte de luego disfrutarla al máximo...pero sigo pensando en DUROS VERSOS...Besos de lechuguilla. K. Orpinel E.
Y de una madre también, mi buen don FER.
MA: Y tiene otro que se llama "Pienso en mi madre", pero como que le faltó.
Querido TÍO. Dijo Juarroz, el argentino, que pensar en un hombre, se parece a salvarlo. Y sí, la salvación también suele, a veces, venirse con lágrimas. Le mando re fuertezote abrazo ;)
No sé si sea mal recuerdo o ganas de joderse, camarada K. La cosa es que hay días en que ni ganas de pensarlo.
En la poesía no hay tabús. Todo un aprendizaje. Quiero más de Ruvalcaba
Pienso en mi madre. Tuvo
un error: yo.
La estoy viendo: calentando
a mi padre, mostrándole su culo
y su sexo: jugoso,
travieso, como un changuito.
Seguramente había tomado ron
y mi padre se embriagaba de su
aliento. La estoy viendo: conduciendo
la verga de mi padre a su sexo,
enterrándole las uñas en la espalda,
metiendo su lengua en la boca de
mi padre, y diciéndole: vente, Higinio,
papito, vente. De esa noche nací yo.
Pienso en mi madre.
(Pienso en mi madre, Eusebio Ruvalcaba)
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Servida, Luz, espero no le parezca (como a mí un poco jeje) que el señor Eusebio a veces es como el burro de la flauta.
Por pura curiosidad: ¿Como diste con el libro?
Saludos.
(b)
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Qué onda, señor BORTONI. Me lo pasó Sergio, sí lo conoces no? Madariaga.
Un abrazo y gusto en verte por aquí.
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