Visita / M. T. Andruetto
De María Teresa Andruetto
Hoy vino mi madre a visitarmey caminamos las dos por estas calles.
Hablamos de mi hermano,
de los hijos, de las chicas del Sur,
de mi cuñado. Otra vez yo critiqué
al gobierno y ella dijo otra vez
"¡Es un país tan grande!". No quiere
que me queje: "¡Este país generoso
recibió a tu padre!" y rodamos las dos
hacia una zona de tristeza, en silencio,
hasta que se detiene y dice: "Ayer
hice dulce de duraznos" y yo digo
que hablaron de mi libro
en el diario.
De Palabras al rescoldo (1993)
Me resulta difícil dar opinión sobre lo que escribo, pero podría decir que me gusta, cada vez más, una poesía de lo cotidiano y de lo pequeño, tanto en los temas como en la elección de los detalles. Que me preocupa mucho encontrar un tono íntimo, una música menor, un eco de lenguaje cotidiano que encuentro en ciertas lecturas y busco cada vez más en la escritura. Y que me anima el deseo de trabajar con lo cercano y lo visible que, como dice Circe Maia, es rebelde y resiste. (MTA)
María Teresa Andruetto (Arroyo Cabral, Argentina, 1954)
9 Comments:
Sencillamente me encanta, me identifico con la Sra. Andruetto.
Mil gracias por este regalo Tristán y por esa pequeña introducción a lo que ella piensa acerca de sus temas y de lo que busca en el poema.
Híjole, tanta frialdad :C
Besos.
Las pequeñas y grandes novedades que nos acompañan todos los días y que componen nuestra realidad cotidiana. Abrazos.
A veces en lugar de realidad es frialdad, pero así es esto. No siempre se vive en verano.
Saludos, don FER.
Momentos de tristeza que invariablemente son paliados con dulces y estrellas, como hacen los niños.
Saludos Camarada.
Con comprarnos un helado...
Cierto.
Un abrazo, camarada.
Bello texto, gracias por la entrega y por presentarme a Andruetto, no la conocía.
Saludos
¿Frialdad para lo cotidiano?
Pobre de mí entonces Tristán, que vivo inmersa en ello.
¡Si supieras cuánta belleza he aprendido a encontrar en ella! lástima que no alcanzo a plasmarla, eso si hay que reconocerlo, pero al menos la percibo, a veces hay novedad hasta en la simpleza de tomarse un helado
Besos otra vez
No hay de qué, Mr. Galloso.
Y quién dice que no alcanza usted, SEÑORA MÍA?
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