martes, septiembre 07, 2010

Los ataúdes / A. Uribe Arce

De Armando Uribe Arce
(Be-uve-dráis, 1999)

I

/1/
Sic transit gloria mundi, y las miserias
también son transitorias -las frecuentes
desgracias y la muerte de las fuentes
que se secan -el pasto de las eras
se estraga -y en las ferias
de los vivientes danzan calaveras.

/2/
Los muertos sufren calambres, pruritos
y otros males. Nadie hay para atenderlos.
Están en el hotel deshabitado
que se llama Ataúd. Es un estado
sin parangón. Los acucian los hielos,
pero son insensibles y ríen con sus rictus.

/3/
Ex -hombre con caras de tiza
metidos en cajas que se abren
como los tarros de hojalata,
decid: cómo es ese otro mundo.
Es inmundo.
Propio para la rata.
Se sufren hambres.
No digáis más, que el corazón se triza.

/7/
(cfr. del griego)
"Aiai, aai", siempre habremos de morir,
somos tan transitorios como las flores,
como los perros, e iremos a dar
a los montones excrementicios o a los hoyos
de donde no se sale aplastados por un dedo
pulgar. Así se cesa.

/12/
(cfr. carta de Gabriela Mistral a M. M.)
"No dudo de Dios, no: dudo de mí."
"Un mundo que es una carroña fofa"
hizo de mí esta baja estofa,
esta calaña, esta ralea, y -
y lo que es peor, me gobernó el gusano.
No tengo un solo hueso sano.
"Fetidas de miseria" mis heridas
que ya no quiero llamar mias (miasmas)

/25/
De qué les sirve la poesía.
Ni siquiera la leen.
Creen que es mariposas
efímeras. Sentados en sus comitées
arrellanados en sus fosas
cómodos cuidan sus hidropesías

[Cfr. Alte. Arancibia el 7 enero 2001]

La poesía se mete en la boca
de los tontos, diciendo: "No tenemos
más destino". Lo dijo el almirante
con vestidura de muerte o de loca.
Los poetas estamos en veremos
Esperando que se saque los guantes.

II
Los asesinos a la espera
de cuerpos del delito.
Ay, no tenemos más destino,
dicen, lavándose las manos
en sangre tinta negra.
Mientras los muertos retuercen sus manos.

III
Nunca se supo del destino
de los muertos botados bajo el signo
de la desolación al agua sucia
de mares, ríos, lagos, ductos
de alcantarillas inconclusas.
Manando seguirán los vestidos de luto.
*
Yeniè Norambuena, quien en algún momento se asomó por aquí buscando poemas de Dylan Thomas, nos deja esta aportación. De Uribe Arce conozco nada. Me gusta su figura. Dicen que es desdentado y que suele presentarse como abogado, no como poeta... Pues bien, por este poema podemos empezar. / La foto la tomé de la revista digital 5 de Abril, pero dudo que sea de ellos.
Armando Uribe Arce (Santiago de Chile, 1933)