viernes, septiembre 21, 2007

Texto Lunático No. 1 / R. Ramos

De Roberto Ramos, El Tigre Famélico
El otro día tuve la oportunidad de apreciar la destreza de una niña oriental cuando ofreció un concierto de violín. Después de sobreponerme al encantamiento que su arte produce, logré descubrir, no sin sobresalto, que la música estaba brotando directamente de su corazón a través de sus ojos y que incluso, si así lo deseaba, era capaz de prescindir del instrumento, pero que no lo hacía para no escandalizar a su auditorio.
*
Más importante que el fuego fue el descubrimiento de la palabra, me dice El Tigre. La primera articulación, asegura, tuvo el poder de enderezar la columna vertebral del ser humano. "Habría que recurrir a los científicos para apoyar esta tesis, pero estoy seguro que fue en ese momento cuando el hombre abandona su condición cuadrúpeda y se verticaliza". / Foto del compadre JIOrtega. Locación: El Laberinto.
El Tigre Famélico (Ciudad de México, 1964)

domingo, septiembre 09, 2007

La Libertad / O. Pimienta

De Omar Pimienta
Esperamos nuestro análisis etnográfico: especie al margen.

Del otro lado, nace un sobrino más con ciudadanía, seguro social
y foto 3D de ultrasonido.

De este lado, el arribo de un camión donde viene dormido el primo más valiente
con panelas, mezcal, noticias de alguna muerte y fotos de sus niños.

Leemos una revista de modas o miramos una tele que pende del techo,
como si esperar no significara nada.

En la cuarta pared del teatro se recarga el hombre que espera el cruce,
los perros mean la sombra del muro, del lado libre.

La Libertad se delinea con un muro metálico donde secan ropa mis vecinas.
No siempre fue así, antes la delineaba un alambre.
Los viejos que se quedaron de este lado sabían que La Libertad era primero,
que empezaba ahí:

a la mitad de un cerro
mirando hacia el Pacífico
y lo que alguna vez fue la ciudad entera.

Aquí la gente se asentó donde pudo;
sus hijos emigraron a trabajar primero y a vivir por último.

La Libertad es una premonición, una señora con maletas,
un exconvicto petrificado en su primer paso libre.

Un exiliado con nombre falso.

En esta ciudad de paso hay un lugar para quedarse.
De La Libertad
Nací en Tijuana, México, cruzando a diario la frontera, acostumbrado a abrir la cajuela del carro para el migra (us) en busca de mota, y acostumbrado a abrir la cajuela del carro al vista (mex) en busca de teles. (...) Me considero artista instalador y escritor, pero la demás gente aún no me cree. Expuse mi primera pieza en el 99 en un colectivo, y así sigo de colectivo en colectivo. Actualmente trabajo más en textos varios, como los tacos de las calles de Tijuana: dos de poesía por acá porfa; dos de narrativa para la cruda; deme otro de ensayo para la escuela. Y así sigue la cosa, escribiendo, creando y creyendo que construyo algún oficio. / OP
Omar Pimienta (Tijuana, México, 1978)