lunes, octubre 31, 2005

Asido del dolor / O. Roses

De Oswaldo Roses
a Diana Oves

fiera y humo es la vida
-ha yacido el beso
escrito-

fiera y noche:
tumba y sangre amarga
es la vida

asido del dolor
que es el ahora con miedo
de lágrimas

culebra alta la rosa
lluvia secreta
mi flor de loto
y lámparas

(Inédito)
Dice Oswaldo Roses que es amante de un juego limpio en donde sólo juega la palabra y su argumentación, "no me vale otro recurso". Al mismo tiempo, Leo Zelada dice, en Poesía española contemporánea (Ediciones Byron), que es el poeta de la brevedad intensa y brillante. Así, este Pájaro al aire puede deducir que en Roses la palabra y su argumentación se compenetran en el espacio mínimo, sí, pero radian tanto que podemos preguntarnos cómo diablos es que caben en la brevedad. Cuestión tonta. Al fin y al cabo por eso se es poeta. Bienvenido Roses, nuevo colaborador de este Pájaro detenido.

Oswaldo Roses (Cuevas de San Marcos, España, 1965)

miércoles, octubre 26, 2005

Levanto mi cráneo... / N. Carrillo

De Nora Carrillo
Levanto mi cráneo lleno de palabras
y doy un concierto de despedida en mis venas.

Este tema rozará apenas tu alma,
yo no siento la música,
vivo en el abismo.

El sol es un ángel.
Canto y regresa la soberbia.
La rebelión consiste en llenar
una pequeña taza de té.
Escucha:
haz que caiga a través de las líneas de humo.
Nadie me salvará, sólo tu voz,
que al sur, al viento, en el valle
de un rascacielos,
perderá la alegría y el equilibrio.
Si te vas ahí, será una herida tan bella
como una flor sin bálsamo.
De Crónica del alma (2005)
Editado por El corazón y sus confines, a través del Fondo Editorial del Instituto Mexiquense de Cultura, el poemario Crónica del alma se presenta este jueves 17 a las 19 horas, en la Casa del Poeta Ramón López Velarde (Álvaro Obregón 73, col. Roma). Presentan Octavio Barreda, Ileana Godoy y Raquel Olvera, bajo la moderación de Benjamín Araujo. Vale la pena leer y escuchar a Nora. Escuchar desde el fondo sin fondo sus crónicas del alma. Asistan.

Nora Carrillo (Chignahuapan, México, 1973)

lunes, octubre 24, 2005

Familia / J. Sabines

De Jaime Sabines
Como hicieron el aseo durante toda la mañana, mis hijas han expulsado de la casa al perro, a la gata y a sus tres hijos.
¿Qué, no son parte, pues, de la familia humana?
Protesto en vano. En vano maúllan y ladran y tratan de penetrar furtivamente.
Me instalaré con ellos una hora en el patio.
De Recogiendo poemas (1997)
Qué es la poesía, le preguntó Ana Cruz a Sabines en alguna ocasión: La poesía es un ejercicio necesario, absolutamente necesario; inevitable, diría yo. En alguna ocasión dije que era como un destino. Y sí: Más que una vocación, la poesía es un destino.
Jaime Sabines (Tuxtla Gutiérrez, México, 1926 - Ciudad de México, México, 1999)

martes, octubre 18, 2005

Y no corrí / T. Díaz

De Tanía Díaz

Se desbordó el río de mis ojos,
miré una pelota
botando en el patio del asombro

y no corrí tras ella.

De Cardo (2005)
Cardo, 5 años, Poesía, se presenta hoy, martes 18, a las 19 horas, en la Casa del Poeta (Álvaro Obregón 73, colonia Roma, México DF). Tania Díaz, entre otros camaradas, está incluida en esta antología del Colectivo Poético Cardo, coordinada por Raquel Olvera. La presentan Roberto Borja, Ninett Torres y María Luisa Rubio. Y si tenemos suerte podremos escuchar también a mi amiga, guapísima, Tanía Díaz. No falten.
Tania Díaz (Ciudad de México, México, 1977)

viernes, octubre 14, 2005

Acá van de nuevo / H. Pinter

De Harold Pinter

Acá van de nuevo,
los yanquis en su desfile acorazado
entonando sus baladas de alegría
mientras cabalgan por el mundo
alabando al dios americano.
Las zanjas están tapadas de muertos
Los que no se pudieron unir
Los otros que se niegan a cantar
Los que están perdiendo la voz
Los que olvidaron la canción.
Los jinetes tienen látigos que cortan.
Tu cabeza rueda en la arena
Tu cabeza es un charco en la tierra
Tu cabeza es una mancha en el polvo
Tus ojos se han salido y tu nariz
huele sólo el hedor de los muertos
Y todo el aire muerto respira
el olor del dios americano.

De War (2003)
Harold Pinter (antes dramaturgo que poeta, la verdad) acaba de ser anunciado como el ganador del Nobel de Literatura 2005, y no puedo estar más contento, pues ganó mi galló, incluso sobre Gonzalo Rojas, que era, digamos, ante Pinter, mi pollito. Ésta es una de esas ocasiones que la Academia Sueca de la Lengua puede presumir de lavar su historia, y con este dramaturgo viene a anunciarnos, por ejemplo, que aquel otro caballero inglés, sir Winston Churchill, pues ni al caso (aunque difícilmente los ingleses podrán olvidar la bofetada... y de paso, espero, que esta nueva bofetada cale fuerte y hondo en el dúo dinámico que forma Tony Blair y el taradito ése que responde bajo el nombre de Georgie Bush Jr).
Harold Pinter (Londres, Inglaterra, 1930)

viernes, octubre 07, 2005

Dietética / O. Girondo

De Oliverio Girondo

Hay que ingerir distancia,
lanudos nubarrones,
secas parvas de siesta,
arena sin historia,
llanura,
vizcacheras,
caminos con tropillas,
de nubes,
de ladridos,
de briosa polvareda.

Hay que rumiar la yerba
que sazonan las vacas
con su orín,
y sus colas;
la tierra que se escapa
bajo los alambrados,
con su olor a chinita,
a zorrino,
a fogata,
con sus huesos de fósil,
de potro,
de tapera,
y sus largos mugidos
y sus guampas, al aire,
de molino,
de toro…

Hay que agarrar la tierra,
calentita o helada,
y comerla
¡comerla!

De Persuasión de los días (1942)
Oliverio Girondo cobra día a día el perfil de un clásico y a la vez, paradójicamente, el de un constante maestro de rebeldías; sobre todo, a partir de su difusión en Latinoamérica (el periplo europeo lo había cumplido y aprovechado muy joven). Girondo supo, en efecto, hallar nuevos y desafiantes rumbos para expresar esa experiencia poética en cuyo seno el mundo parece suceder por primera vez. Una experiencia epifánica que, aunque instrumento de conocimiento, se roza con el mito; y que no puede sino subvertir un lenguaje de estructuras pre-establecidas, fosilizadas. (Jorge Ariel Madrazo)
Oliverio Girondo (Buenos Aires, Argentina, 1891 - Buenos Aires, Argentin, 1967)

lunes, octubre 03, 2005

Una línea recta es infinita / G. E. Martínez

De Guillermo Eduardo Martínez

Una línea recta es infinita
Innumerable
Físicamente inexistente

Es la sucesión infinita de los puntos
Infinitamente desprendiéndose

Nuestra historia tiene extremos

No es nuestra historia
Infinita

(Inédito)
Cada generación adecua sus dolores. Esto lo dice Guillermo, que es, el solo, la generación de una trinidad de por menos más de 3 personas, o sea que hablamos de una trinidad que se reproduce extrañamente, obedeciendo a las leyes de (algo que podríamos llamar) la locura, porque eso es él: voces internas, multiplicación de seres y de panes. "Cada generación adecua sus dolores", y sus miedos, y sus credos, y sus incredulidades. Sus dolor es fisicamente inexistente; su miedo innumerable; sus credos los extremos; y la incredulidad... ésa -como todo lo anterior-, es infinita.
Guillermo Eduardo Martínez (Ciudad de México, México, 1975)