domingo, agosto 28, 2005

El niño maestro / J. Cocom Pech

De Jorge Cocom Pech

¡Señor!
No necesitas ser adulto para enseñar.
Oculto en la sutil sonrisa de mi alumno, estás tú.

Si algo me aflige,
si mi corazón recibe la visita de los abrojos,
él,
provisto de tu sabiduría,
atrapa mis cuitas con el aleteo de sus preguntas.

Y se las lleva al patio de los juegos,
y ahí,
recluidas en el vientre de un viejo balón,
de pie en pie,
de pase en pase,
hechas trizas por el griterío y la ovación convulsa,
mis cuitas
sucumben aprisionadas en las redes de la portería.

¡Señor!
No necesitas ser adulto para enseñar.
Oculto en la sutil sonrisa de mi alumno, estás tú.

De Chilam Balam de Calkiní (1997)
Comom Pech recibió este año, en la ciudad rumana de Curtea de Arges, el Gran Premio Internacional de Poesía, en su novena edición, dejando en el camino a los poetas Nguien Ti-Trung, de Vietnam, y Musa Hawamdeh, de Jordania.
Jorge Cocom Pech (Calkiní, México, 1952)

sábado, agosto 27, 2005

La ropa de los muertos / F. Hernández

De Francisco Hernández

¿Qué se hace con la ropa de los muertos?
¿Se rasga para no recordar la corpulencia
que animaba sus tonos?
¿Se usa para borrar los ojos
que se desprecian en la aurora?
¿Se tira a la basura como un mapa
que no sirvió para encontrar tesoros?
¿Se llena de aserrín para espantar
el hambre de los pájaros?
¿Qué se hace con la ropa de los muertos?

De En las pupilas del que regresa (1991)

La poesía por fortuna es muy difícil de definir. Sólo existe la poesía en general. Además, meterme en el berenjenal de tratar de definir la mía, es todavía mucho más difícil. Incluso, yo creo que esa palabra me queda grande... (FH)

Francisco Hernández (San Andrés Tuxtla, México, 1946)

martes, agosto 23, 2005

El último poema / M. Bandeira

De Manuel Bandeira

Así querría yo mi último poema.
Que fuese tierno diciendo las cosas más simples
y menos intencionadas,
que fuese ardiente como un sollozo sin lágrimas,
que tuviese la belleza de las flores casi sin perfume,
la pureza de la llama en que se consumen
los diamantes más límpidos,
la pasión de los suicidas que se matan sin explicaciones.

De Libertinaje (1930)
Gran parte de la poética de Bandeira gira en torno de una vida desesperada, de reposo (desde muy temprano cercana de la muerte). Quizá él se defina mejor que nadie. Así debe ser: Yo hago versos como quien muere.

Manuel Bandeira (Recife, Brasil, 1886 - Río de Janeiro, Brasil, 1968)

lunes, agosto 22, 2005

Isabel / B. Morales

De Beltrán Morales
Isabel tiene un par de hermosos
Ojos velozmente parpadeantes
Como nítido tictac de reloj

Isabel anda tan de prisa
Que en los pasillos casi no la alcanzo

Isabel posee rápida y dulce lengua

A Isabel le gusta el Arte,
La historia universal, su casa
Y sus clases de cocina

Isabel tiene un novio

Isabel no me ama.
De La nueva poesía amorosa de América Latina (1999)
Carlos Martínez Rivas escribió: Al recoger los periódicos la mañana del pasado jueves 15, me encontré, en la página frontal del Nuevo Diario, con la fotografía de Beltrán, acompañado de su hijita Marcia Carolina, y la noticia de su sorpresiva muerte. Últimamente venía a visitarme con más frecuencia, entre 3 y 5 p.m.; pero ya no podía ofrecerle sus tazas de café negrísimo y sin azúcar, su médico -me decía- se lo había prohibido. [...] yo siempre insistí en que su obra era completamente original; y en su poesía él siempre buscó otra cosa. Cada molécula de su organismo era poeta -como en Joaquín Pasos-. Después de éste no se ha dado otro fenómeno similar en la poesía nicaragüense, excepto en Beltrán Morales. La ternura humana que emanaba de sí será siempre inolvidable para los que supieron y tuvieron el privilegio de captarla. NOTA: La antología de la que extraigo el poema estuvo a cargo del uruguayo Saúl Ibargoyen, y de otro uruguayo más, de quien no recuerdo el nombre. Por ahí thnks si alguien me lo recuerda.
Beltrán Morales (Jinotega, Nicaragua, 1944 - Managua, Nicaragua, 1986)

jueves, agosto 18, 2005

El mandarín de Sibarís / G. Millán

De Gonzalo Millán

Con dos palillos chinos
cojo tus pezones, dóciles
y los estiro lo preciso,
como frambuesitas rosas,
para apresarlos
con mis labios.

De 5 poemas eróticos (1984)
Encuentro en la red las siguientes palabras de Millán: En la cultura oriental el dibujo y la escritura no se separaron. El especialista en la escritura, el que escribía los códices, era el dibujante-poeta. Y creo que este mandarín de Sibarís bien podría ser la traducción al español de algún códice chino que refiera a conceptos eróticos. Quizá el ideograma de un hombre jugando, antes de hacer el amor. No sé.
Gonzalo Millán (Santiago, Chile, 1947)

miércoles, agosto 17, 2005

Confusión / L. Ricárdez

De Lety Ricárdez

Voy a hilvanar palabras sin sentido,
no quiero que se entiendan.

No quiero que se asomen
al fondo del aljibe
que guarda mis secretos

porque son míos:

Que los consuma el fuego,
que el viento los disperse

que se eleven en humo.

De Porque yo así lo quise (2005)
Porque yo así lo quise, de Lety Ricárdez, se presenta viernes, 19 de agosto, a las 19 horas, en la Casa de la Ciudad (en la esquina que hacen Porfirio Díaz y Avenida Morelos), Oaxaca, Oax. Lo presentan Raquel Olvera (quien levantó el vuelo de Ricárdez), Nora Ortiz Muro (quien la llevó a Italia) y Oscar Cid de León (quien se sienta con ellas nomás porque se madrugó a todos y apartó su lugar -el muy gandalla).

Lety Ricárdez (Oaxaca, México, 1948)

martes, agosto 16, 2005

Daguerrotipo de mi abuela / E. Diego

De Eliseo Diego

Mi abuela está sentada: es una joven
de esbelto rostro frágil
sobre el altivo cuello: miro inmóvil
la pupila en tinieblas que la mira
desde un abismo: si volviera
no más los ojos a la barba triste
del padre sonriente, se animara.
Pero mi abuela sigue inmóvil, joven.

Se ha de poner en pie muy pronto.
El día la arrastrará consigo hasta el zaguán
mientras la calle vibra al choque cósmico
de casco y casco. Se ha perdido.
Cuando la vuelva a ver, será una anciana.

Pero en tanto, serena, inconmovible,
sigue mirando hacia la sombra inmensa,
su esbelto rostro frágil
sobre el soberbio cuello.
Es una joven.
Está, sencillamente, allí sentada.

De Cuatro de oros (1990)

Mi nombre es Eliseo Diego. Soy, de oficio, poeta, es decir: un pobre diablo a quien no le queda más remedio que escribir en renglones cortos que se llaman versos. Y lo hago no por vanidad o por el deseo de brillar, o qué sé yo, sino por necesidad, porque no me queda más remedio que escribir estas cosas que se llaman poemas. (ED)
Eliseo Diego (La Habana, Cuba, 1920 - Ciudad de México, México, 1994)

lunes, agosto 15, 2005

Nota de un suicida / L. Hughes

De Langston Hughes

La serena,
fría cara del río
me pidió un beso.

De Antología de Contemporáneos III (1973)
Desconozco en qué libro Hughes incluya esta Nota de un suicida (quizás en ninguno). De todos modos les ofrezco su bibliografía poética completa, pa quien le interese: The Weary Blues (1926), El guardián de sueños (1932), Shakespeare en Harlem (1942) y Campos de maravilla (1947). Por mi parte, yo conocí el poema a través de la antología que realizó el Fondo de Cultura Económica sobre la revista mexicana de Los Contemporáneos.
Langston Hughes (Joplin, Estados Unidos, 1902 - Nueva York, Estados Unidos, 1967)

domingo, agosto 14, 2005

Adolescente / M. L. Rubio

De María Luisa Rubio

Ayer te vi.

¡Cuánto desprecio cabía en tus fosas nasales!
La soledad se disfrazó de desafío
en tus pupilas
y en tu ceño fruncía tal llamada de auxilio.

Doblé la esquina.

De Cardo (2005)
Me dice María Luisa: ¿De donde vendré yo, que siempre ando un paso atrá del destino? Y yo le digo que ella ha de venir de un planeta bien romántico que se llama Espérea. Espérea es un planeta que flota un paso antes de Andrómeda. No lo conozco, yo no podría respirar allí. Pero creo la característica más evidente de sus habitantes, los espéreos, es encontrar la dirección del viento. Luego cortan la flor más rebelde (que es aquella que no se inclina en dirección del viento) y más tarde cortan la flor más abnegada. Atan ambos tallos y colocan la flor bicéfola sobre la palma de la mano izquierda, soplan sobre ella. Si cae, el destino dice que habrá que ir en dirección del viento. Si la flor bicéfola no cae, al viento habrá que hacerle el menor caso. Y asi mismito es como María Luisa dobla en las esquinas.
María Luisa Rubio (Ciudad de México, México, 1969)

sábado, agosto 13, 2005

Asesinos en serie / X. Bajraj

De Xhevdet Bajraj

Noche de ocupación
cortésmente se infiltra el miedo
con muerte de perro se acaba
la ciudad se extiende bajo la colcha negra
el sueño provoca la esperanza engendra
enigmas del nuevo día

Estos que matan son ángeles
bajo el peso de la maldición el pecado la mierda humana
asesinos en serie de sueños

Llega la mañana vestida de blanco
como la vieja bailarina borracha
recoge palomas muertas por las plazas
la gente despierta despacio
quien no se ha orinado en sueños
se orina ahora

De Ruego albanés (2000)
David Huerta, en su prólogo para Ruego albanés, recientemente traducido al español por Ramón Sánchez Lizarralde (de él esta versión), apunta: ¿No es este libro... un formidable despliegue de confianza en las palabras, en las meras palabras, del susurro amoroso al murmullo de la desesperación nómada, pasando por el grito de horror y por la descarga del indignado? Las palabras frágiles del poemas guardan así la memoria de la tribu. Y sí, yo creo que la trinidad poética en Bajraj es la indignación, la sangre y vivir sin casa.
Xhevdet Bajraj (Panorc, ExYugoslavia/Kosovo, 1960)

viernes, agosto 12, 2005

Perra vida / J. E. Pacheco

De José Emilio Pacheco

Despreciamos al perro por dejarse
domesticar y ser obediente.
Llenamos de rencor el sustantivo perro
para insultarlos.
Y una muerte indigna
es morir como un perro.

Sin embargo los perros miran y escuchan
lo que no vemos ni escuchamos.
A falta de lenguaje
(o eso creemos)
poseen un don que ciertamente nos falta.
Y sin duda piensan y saben.

Así pues,
resulta muy probable que nos desprecien
por nuestra necesidad de buscar amos,
por nuestro voto de obediencia al más fuerte.

De Álbum de Zoología (1998)
Una edición posterior de Album de Zoología (Cuarto Menguante Editores, 1985) fue preparada por Jorge Esquinca. "Ésta es el arca de Toledo" dijo JEP esa tarde, pues Francisco Toledo le había ilustrato cangrejos, mosquitos, luciérnagas, sapos, salamandras, pulpos, colibríes (en particular, no recuerdo a este perro). Fue en noviembre de 1998, en el patio del IAGO, en Oaxaca, y yo llevaba cosa de 50 pesos, lo que se tradujo, obvio, en llegar a casa sin la edición de lujo. En la presentación Toledo se había mostrado agripado y pidió permiso, dejó la mesa y salió del IAGO. Luego Pacheco continuó solo, íbamos a la mitad de la lectura. Recuerdo que el "momento Toledo" me pareció nefasto, quizá por eso no eché de menos la edición de Esquinca cuando adquirí el libro, años después, en la baratérrima ¿Ya leISSSTE?
José Emilio Pacheco (Ciudad de México, México, 1939)

jueves, agosto 11, 2005

Sigue... / N. Guillén

De Nicolás Guillén

Camina, caminante,
sigue;
camina y no te pare,
sigue.

Cuando pase po su casa
no le diga que me bite:
camina, caminante,
sigue.

Sigue y no te pare,
sigue:

no la mire si te llama,
sigue;

Acuéddate que ella e mala,
sigue.

De Motivos del son (1930)
El negro aporta esencias muy firmes a nuestro coctel, y las dos razas que en la isla salen a flor de agua, distantes en lo que se ve, se tienden en un garfio submarino, como esos puentes hondos que unen en secreto dos continentes... el espíritu de Cuba es mestizo. Y del espíritu hacia la piel nos vendrá el color definitivo. Algún día se dirá: color cubano. (NG) Y yo creo que ya.
Nicolás Guillén (Camagüey, Cuba, 1902 - La Habana, Cuba, 1989)

miércoles, agosto 10, 2005

Sólo quiero / H. Ak'abal

De Humberto Ak'abal

Yo sólo quiero
un poco de atardecer
para platicar con ella,

escondidos detrás de algún árbol
decirle que ya no aguanto más,
que se venga a vivir conmigo

que tengo ganas de echarle una semilla.

De Ajkem Tzij/Tejedor de palabras (1996)
Ak'abal pertenece a la etnia maya k'iche', y este poema, Sólo quiero (Xakinwaj), fue escrito originalmente en su lengua madre, o sea que lo escribió dos veces. En el 2003 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias, el más importante de Guatemala. Ak'abal lo rechazó. "Para mí es una cosa muy sencilla", anunció repetidamente: "Cuando yo conocí la tesis de Miguel Ángel Asturias, El problema social del indio, a mí me lastimó muchísimo".
Humberto Ak'abal (Momostenango, Guatemala, 1952)